
El acceso al crédito de formación bonificable, disponible para las empresas de nuestro país para formar a sus trabajadores está determinado, en gran medida, por la figura de las entidades externas. Según los datos de Fundae, en 2022 el 97% de las empresas accedió al crédito a través de esta figura organizadora.
Esa prevalencia en el sistema lleva a cuestionarse en qué medida esta figura condiciona el funcionamiento de la iniciativa, tanto en términos de calidad de los servicios que ofrecen como de adecuación a las necesidades formativas de las empresas. Por ello, dentro del marco de la evaluación de la calidad de la formación, Fundae, a través de Arenal Grupo Consultor, ha evaluado a este actor clave. A continuación, se presentan los principales resultados recogidos en el informe de Evaluación del papel de las entidades externas en la calidad de la formación programada por las empresas.
¿Quiénes son las entidades externas y cuál es su perfil?
Un 82% de las entidades externas son entidades de formación inscritas en el Registro estatal de entidades de formación, y el 83% tienen menos de 50 trabajadores e imparten hasta un 77% del total de la formación que imparten la totalidad de entidades.
En términos generales, cuentan con experiencia en el sistema de formación para el empleo, un 75% tiene una antigüedad superior a los 5 años, y suelen estar especializadas en un reducido número de áreas formativas. Si atendemos al volumen medio de acciones que gestionan, el 25,5% de las entidades gestiona menos de 5 acciones frente al 0,2% que gestiona más de 5.000 por entidad. Así mismo, es frecuente que las empresas formadoras cuenten con las mismas entidades externas con las que han trabajado en años anteriores. Una empresa formadora deja de contratar los servicios de una entidad externa porque la formación ofrecida no se ajusta a las necesidades de la empresa (41%) o por haber recibido una oferta mejor (31%).

¿Qué formación imparten y a qué empresas?
A pesar de la atomización del tejido de entidades externas, existe un alto grado de concentración en la formación que imparten ya que el 3% de las entidades imparte el 50% de la formación y el 60% imparte solo el 4% de las acciones formativas.
En cuanto a su grado de especialización, generalmente están muy especializadas en determinadas áreas profesionales, aunque estas son de carácter transversal y de menos de 50 horas de media. El 75% desarrolla su actividad en no más de 5 áreas y sólo el 0,11% en 50 o más áreas.
Número de áreas profesionales en las que operan las entidades externas en porcentaje

De las 106 áreas profesionales encontramos que 10 concentran la actividad de entre 1.000 y 2.100 entidades por área. Entre estas familias destacan Seguridad y Prevención, Administración y Auditoría que concentran el 40% de las acciones formativas y el 47% de los participantes en formación. Sin embargo, en 52 áreas profesionales la presencia de estas entidades presencia es muy escasa.
Teniendo en cuenta los datos de empresas del Directorio Central de empresas (DIRCE), las entidades externas dieron servicio al 20,7% de las empresas españolas en 2022. Por tamaño, las entidades externas prestaron sus servicios fundamentalmente a microempresas (68%) y pequeñas empresas de 10 a 49 (25%).
Si bien impartieron el 70% de la formación en pequeñas empresas, donde mayor cobertura ofrecen en segmento de las medianas empresas (de 50 a 249), con coberturas superiores al 85%.
Por sectores, el 70,4% de las empresas que cuentan con una entidad externa son del sector servicios, porcentaje acorde con su peso en el tejido empresarial; sin embargo, a nivel de cobertura ésta es mayor en el sector industrial.
Por territorio, el 49% de las empresas a las que prestaron servicios las entidades externas se sitúan en Andalucía (21,5%), Cataluña (14,4%) y Madrid (13,3%).
En términos generales, el 55% de las empresas afirman que no hubiesen dispuesto de su crédito de formación sino hubiese sido por la intervención de la entidad externa, fundamentalmente las de menor tamaño.
¿Por qué y cómo acceden a sus servicios las empresas?
El principal motivo por el que las empresas contratan sus servicios es el conocimiento que estas aportan sobre el sistema de ayudas (72%) . Un 47% de las empresas también indica como causa que no disponen de suficiente personal propio para poder gestionar su formación.
En el 46% de los casos son las entidades externas las que contactan a las empresas; un 21% de las empresas busca una entidad externa por sus medios, y otro 21% lo hace a través de la recomendación de un tercero. Según aumenta el tamaño de empresa, estas comparan ofertas de varias entidades antes de decidirse a contratar.
¿Qué factores determinan la calidad de las entidades externas?
En el ámbito de la provisión de formación, los factores que inciden directamente en una buena valoración de los cursos impartidos son:
- Conocimiento y vinculación sectorial.
- Especialización del docente.
- Impartición presencial.
- Aplicabilidad al puesto de trabajo.
En el ámbito de los servicios administrativos y de gestión, la satisfacción depende de la agilidad, seguridad y solvencia que evitan incidencias y reclamaciones posteriores en los procesos de gestión del crédito y la bonificación. Un elemento que también se valora positivamente es la amplitud de servicios que puede prestar una entidad externa.
¿Cómo son valorados sus servicios?
Según la encuesta realizada a empresas, y teniendo en cuenta que las empresas insatisfechas generalmente deciden abandonar el sistema, la calidad es buena (8 sobre10); pero si tenemos en cuenta su adecuación a las necesidades, no siempre las empresas reciben la formación que requieren.
Las entidades externas generalmente no evalúan las necesidades formativas de las empresas previamente a definir qué formación se impartirá (83%). En el 50% de los casos esta identificación de necesidades es asumida por la empresa y, en un 24% de los casos, sobre todo en las pequeñas empresas, se opta directamente por cursos que la entidad externa ofrece en un catálogo.
El objetivo que prima en la actuación de las entidades externas no es tanto adecuar la formación a la necesidad de la empresa, sino que esta consuma su crédito de formación, lo que en la práctica limita la eficacia de la iniciativa.
La búsqueda de esa respuesta adecuada a las necesidades reales de las empresas, sobre todo en las más pequeñas, debe ser una de las prioridades del legislador en futuras planificaciones de la iniciativa. Las entidades externas desempeñan un rol en el acceso al crédito incuestionable, pero es necesario que este acceso sea el más adecuado.